Edison & Lumière

El Kinetoscopio en Cadiz el 3 de junio de 1896
El Kinetoscopio en Cadiz el 3 de junio de 1896

           

La Historia de la audiovisualidad nace con dos concepciones distintas, una triunfó inmediatamente. La otra, tuvo que esperar ciento veinte años, (aproximadamente) para ver su filosofía puesta en práctica. Pero, vamos primero con un poco de historia:

 

Para asombro de muchos, fue William K. L. Dickson quien en 1888, inventó el kinetoscopio, la primera máquina que producía películas mediante una rápida sucesión de imágenes individuales. Pero, como trabajaba en los Talleres de Thomas Alva Edison, fue este quien patentara el invento por 1891, robándole mérito. 

 Más allá de esta anecdótica histórica, el kinetoscopio tenía unos quince metros de película que el espectador solo podía apreciar de manera individual, en una pantalla de aumento, luego de depositar una moneda. Para 1894 este invento se podía disfrutar tanto en New York, como en Londres, Berlín y París.

 

            A todo esto, en Francia, con una infraestructura mucho más modesta que la de Edison, los hermanos Louis y Auguste Lumière crearon el cinematógrafo. Este aparato, filmaba, copiaba películas y las proyectaba… tres en uno. Los Lumière realizaron su primera proyección ante público presente, el 28 de diciembre de 1895.

 

Si bien está de más recordar que el modelo que el mundo tomó fue el de estos hermanos franceses. Es decir, el de generar películas para ser exhibidas de manera masiva. La idea originaria que tuvieran Dickson y Edison, de que disfrutar lo audiovisual sería un placer intimista, solitario, se vería recién disfrutado en los albores del siglo veintiuno, a través de la web.

 

Hoy en día ciento de miles de personas en el mundo, simultáneamente, con tan solo un doble click, tienen acceso a ver películas de todo tipo, de cualquier duración, profesionales o amateurs, frente a su PC, y generalmente en privado. Y si a esto le sumamos que el acceso a la red, muchas veces es prepago, entonces… ¿No estamos ante un aparato que retoma la vieja propuesta del kinetoscopio?

 

      ¿Quién tenía razón: Edison o Lumière?... El siglo XX siguió a Lumière, pero con la llegada de Internet, el público dio un giro en torno a dos ejes: Comodidad y costos, poniendo en jaque al cine – incluso al 3D -, de tal manera que las salas se solventan más con la venta de Pururú – Pop Corn… sorry – que con las entradas mismas.                                                                                                                                                                                                                                                                   

 

      Más allá de toda diferencia en la concepción de su idea, les debemos mucho a estos pioneros de la audiovisualidad. Y les estamos enormemente agradecidos.

 

                                               E. Ariel Rodríguez G.