Córdoba, 08 de diciembre de 2017

 

 

Pensaba

 

Pensaba que la gente en su mayoría no ve más allá de sus narices; que buscan SER teniendo confort, “Smat Technologies” y olvidándose de lo esencial del SER: El reconocerse como un Microcosmos,- único e irrepetible- dentro de la Creación, dentro del Cosmos Infinito.

Y este autorreconocimiento que va desde lo más minucioso a lo más panóptico, nos alinea como seres vivos, y nos fusiona con el misterio y milagro de la Vida – terrenal y eterna-.

No hay que vivir en una burbuja, pero tampoco tenemos que ser el tachito de basura de lo que los Medios de Comunicación llaman Realidad.  ¿Quién dijo que “noticia” es tan solo la “mala noticia”?  ¿Quién impuso que una provincia vecina solo debe salir en los “medios”, si allí se produjo un vejamen o una catástrofe?

¡Hay tantas cosas bellas qué pasan diariamente y no nos enteramos!

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        Dios; el otro día escuché la música – si es que así puede llamársele -, que tienen mis alumnos en el celular.  Se llama “Trap”; y es misógina, machista, cosificadora de la mujer, hedonista y denigrante.  Y lo peor, la cantan de memoria “las chicas”; se ríen, se creen qué están rompiendo reglas – por eso de la rebeldía adolescente -, pero no se dan cuenta de que a alguien que adolece le falta algo, - de ahí el origen de la palabra-, le falta camino recorrido, buenos consejos, no quemar etapas, contención, etc.  ¿Dónde están los padres, que no saben qué escucha “la nena”?  Y claro, el celu de ella tiene clave, y ellos no tienen acceso al mismo.  Ella tiene derecho a la privacidad; pero también a que la cuiden de riesgos potenciales, mientras se esté a tiempo.  Es una persona en formación, y como diría una colega: “Los chicos buscan a gritos que se los escuche y les pongan límites”.  Qué se yo... ¿quizá me esté poniendo viejo, o quizá todo está al revés?

        No se que pensar, solo espero que esta nueva generación aprenda a vivir, antes de que estén asqueados de la Vida.

 

Lic. Prof. E. Ariel Rodríguez